domingo, 20 de septiembre de 2015

La libreta

No hay nada que me guste más en el mundo que una papelería (salvo una librería pero de eso hablo otro día). Hoy en día para mi son como las jugueterías para los niños. Y si son de esas grandes, con pasillos y miles y miles de artículos... bueno entonces puedo pasarme allí horas, directamente pierdo la noción del tiempo. Voy recorriendo los pasillos mirando artículos, clasificando los que me gustan haciendo mentalmente los cálculos "si me compro esta libreta y esos bolis de allí son 12 euros, pero es que me encanta esa carpeta pero cuesta 10... que va dejo los bolis, no mejor la libreta... carpeta y bolis..." y así durante horas, es lo malo de ser pobre que tienes un presupuesto y necesitas ajustarte. Cuando iba al colegio y la Universidad era mi época favorita (no por empezar sino por comprar todo lo que necesitaba y muchas cosas que no pero quería). Vamos un placer solo superado con ir a una librería. 
Hoy en día sigo dándome el capricho de ir de vez en cuando a una papelería aunque realmente ya no me hace falta (¿a quien le hace falta con los ordenadores, ipad y móviles?). Y mi artículo favorito son las libretas (seguidas de cerca por los bolígrafos), pero no cualquier tipo de libretas sino las libretas monas. Libretas de tamaño cuartilla, con tapas duras, con dibujos o lisas, de hojas blancas o crema, sin pautas (ni líneas, ni cuadrícula ni nada) y a poner ser con goma para las hojas, vamos tipo moleskine (sí, tengo varias y cada vez que veo el expositor me dan ganas de comprarme una aunque me aguanto todo lo que puedo). También tengo algunas otras con forma de libro, con hojas como con dibujos... vamos, libretas especiales. Esas son mis libretas. ¿Porque las cojo? Porque siempre me veo a mi misma escribiéndolas, poniendo grandes cosas, escribiendo cosas importantes que merezcan la pena. ¿El problema? Que luego las acumulo esperando algo que escribir. Nada me parece bastante bueno para mis libretas especiales. Así que tengo unas cuantas en blanco en casa esperando su gran momento.
Porque yo creo que no hay mejor sensación en el mundo que empezar una libreta, lo digo en serio. No es que sea escritora, ni que lleve diarios (en realidad la idea de escribir todo lo que hago o pienso me resulta horrible, tediosa e innecesaria), tampoco me gusta que la gente lea lo que escribo, solo me gusta escribir. La sensación de sentarse y plasmar una historia o una idea es fantástica indiferentemente de lo buena o mala que esta pueda ser. Será porque mi cabeza siempre esta llena de historias y de vez en cuando necesitan salir. O será porque me gusta llenar papeles. No lo sé. 
El caso es que hoy voy a empezar una de mis libretas especiales. Lleva cerca de seis meses esperando y hace un par de días por fin decidí que iba a poner en ella y hoy es el momento. Se trata de una libreta tipo libro de color rosa con las páginas llenas de marcas de agua de paisajes y frases. Espero que sea la indicada para esto, espero que no se queden ni pequeña ni grande y espero escribirla entera. No voy a escribir nada especial, al menos nada que vaya a leer nadie pero voy a escribir y eso es siempre importante. Solo espero que alguien pueda entender esta sensación mezcla de expectación y alegría. Hoy voy a escribir.

martes, 8 de septiembre de 2015

Fiebre de libros

Hoy me toca indignarme (algo que me ocurre bastante para que negarlo, pero que se me pasa también bastante rápido) y esta vez es con la venta de epub en español. Con la venta de libros en general, pero con la de epub estoy que me subo por las paredes. Me explico. Hace dos días descubrí una colección de libros que me parecieron atractivos de leer (temática fantástica/sobrenatural de adultos, que no erótica, un género en extinción). En realidad debería decir que la re-descubrí. Hace años que había oído hablar de ella, incluso creo que llegué a leer algunos capítulos y me gustaron, pero al ver que el libro pertenecía a una serie empecé a buscar información y descubrí que había solo dos en español y que quedaban al menos otros dos y decidí esperar... pero obviamente se me olvidó. 
El caso es que el otro día navegando en modo acosadora de libros, es decir, buscando información de autores y sagas que me puedan interesar, con bastantes libros sacados o, a poder ser, acabadas (no hay nada peor que quedarte en mitad de una saga y saber que quedan dos o tres libros que no están ni reencontré con la saga Fiebre de Karen Marie Moning. De momento me sonó el nombre y la portada del tercero  y leyendo la sipnósis me gustó por lo que fui a ver si en mi librería los había o al menos podía encargarlos (suelo usar Agapea que los pido desde casa y en dos días me suelen conseguir casi cualquier libro). Mirando en su página vi que el primero era casi imposible de conseguir, sin existencias. Rebusqué en alguna web más tipo El Corte Inglés y otras librerías... más de lo mismo, siempre en formato papel (que puedo decir, soy una nostálgica... no hay nada como el papel para leer), no los podía conseguir.  Un poco desilusionada volví a empezar, por si acaso, y esta vez si que miré los epub. Mi sorpresa fue encontrar que en todas y cada una de las páginas, en la parte de epub se anunciaba la serie COMPLETA por poco más de diez euros. Solo cuatro libros de los seis o siete que hay pero pensé "serán los que están en español", y comencé a ilusionarme. ¿Lo haría? ¿Daría el paso de comprarme los epub? La verdad, si hubiera encontrado esta oferta en papel ni lo habría dudado, me habría tirado en plancha hacia la estantería y luego hacia la caja como una loca. ¿Cuatro libros por 10,99? ¿Donde hay que firmar? Así que me dirigí a la tienda de Itunes a ver si había suerte y los tenían. Y Bingo, ahí estaba, la colección, los cuatro (que sueltos no estaban por cierto). Casi completamente decidida a comprarlos me baje la muestra para comprobar que era la colección correcta y ahí empezó mi indignación. 
Antes de contar lo vivido tengo que decir que sí que he tenido ebooks antes, pero sobretodo de divulgación o referentes a la universidad y nunca he tenido ningún problema. Como tengo un Ipad suelo bajármelos de Itunes aunque igual me cuesten unos céntimos más simplemente por la "muestra" que te dejan bajarte gratis y que es todo ventajas. Te puedes bajar un porcentaje gratis (suele ser el primer capítulo, a veces más) para ver si es el libro que buscas y además accedes al indice que esta completo aunque no puedas acceder a los capítulos. Esto es lo que me salvó la vida esta vez. Al comenzar a leer el libro veo que, aunque es el principio de un libro no parece el principio de la historia. Miro en la página de la autora los títulos de la serie y acto seguido voy al indice y veo los libros mal ordenados: el que estaba como el primero era el cuarto de la serie, el segundo sí era el segundo, pero el tercero era el quinto de la saga y el cuarto era el tercero... vamos un despropósito. Además de que el primero no aparece por ningún lado. En la de google tambien pasa lo mismo. Y automáticamente lo cierro.
 ¿En serio es esto lo que podemos esperar de los epub en España? Como he dicho no suelo comprarme epub porque la diferencia de precio con los del papel es tan ridícula que no merece la pena, por un euro prefiero el físico, pero es que esto ya es el colmo. ¿Que no hay una serie? Bueno me aguanto, aunque técnicamente está publicada en español. Pero publicar una colección como completa cuando falta el primero, que no se encuentra por ningún lado, con los libros desordenados es simplemente ridículo. Así nunca saldrán adelante los ebook, epub o como se digan en español. Es que es imposible. A parte del timo tan tremendo que es, porque ¿como voy a leer una serie desordenada y sin el primero? Diez euros para cuatro libros no es nada, pero no puedes publicar algo sin un mínimo de calidad ni conocimiento. Total, asumo que si quiero la serie la leeré en inglés, pero garantizo que no me la compraré en epub... y que no creo que vaya a comprar nunca una colección de epub. Me dan escalofríos de pensar lo que hubiera podido pasar si la hubiera comprado directamente. El cabreo me habría durado años.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

Nostalgia

Hoy me ha dado por leer uno de mis libros de Harry Potter, "La piedra filosofal" para ser exactos. Ayer vi la película en Canal +, no había otra cosa y hacia años que no la veía, y como suele pasar me entraron ganas de leer el libro. Es gracioso porque me lo se de memoria, desde que leí el cuarto y tuve que esperar varios años para que saliera el quinto me releí esos cuatro que tenía por lo menos veinte veces, aun así me encantan. Así que me acerque a mi librería y lo cogí, y al mirarlo me inundó un sentimiento de cariño bastante nuevo y es de eso de lo que hoy quiero hablar.
Harry Potter y la piedra filosofal
Para empezar quiero que quede claro que me encanta la historia de Harry Potter, que creo que es algo más que una historia infantil, aunque como historia infantil es buena. Que con cada lectura descubres algo nuevo y que la autora escribió uno de esos escasos libros que se pueden disfrutar a todas las edades: los niños disfrutan de la magia, los adolescentes se pueden sentir identificados con los cambios que se van produciendo en los protagonistas y los adultos podemos disfrutar de toda la subtratama que hay debajo, la política, en enfrentamiento de ideologías, los malos tratos... vamos un universo muy rico. Tengo que confesar que no sentí lo mismo la primera vez que leí el libro con trece años que cuando lo leí con dieciocho o con veinticinco. Y creo que esa es la grandeza de la obra de Rowling. Aun así no soy una fanática, no quiero saber como sigue la historia porque me gusta tal y como está y creo que lo que pase después no tiene sentido para la historia (que era tanto la de Harry como la de Voldemort), no miro Pottermania. Tampoco me gustan las películas aunque las he visto y creo que están bien hechas. Simplemente no me gustan como tantas otras y de quedarme con alguna sería con la primera y la segunda (que curiosamente no son mis libros favoritos).
Así que hoy que cogí una de los libros de mis colecciones favoritas con ganas de reencontrarme con Harry y su mundo no esperaba mi propia reacción. Desde que lo cogí hasta que lo miré pasaron unos segundos pero cuando lo hice no pude evitar sonreír, sonreír con alegría y algo de pena, porque en el momento que lo vi tambien vi la historia del propio libro. Me explico. Mi libro de "La piedra filosofal" está hecho un asco, pero en el buen sentido. Lo acabo de mirar y es la 23º edición del mismo, de 2001 pero parece más viejo. Tiene el lomo torcido y doblado (y eso que es de tapa dura, estos libros salieron de bolsillo hace cuatro días), la tapa desgastada, las paginas amarillentas (pero ni una doblez), los bordes casi marrones y alguna que otra huella de dedos. Y mi nombre en la portada. Es un libro usado. Muy usado. Mirándolo recordé la cantidad de veces que ha sido leído. Lo ha leído mi madre, mis amigas del instituto, alguna de la universidad (para dejar de escucharme decir que los libros eran mejor que las películas, acabaron dándome la razón of course) y yo misma. Ha viajado 3000Km en una mudanza metido en un contenedor, ha subido a un barco y ha superado las veinte (o más) lecturas que yo misma le he hecho un base le notan. Es un libro con historia, es un libro que vale tanto por sí mismo como por lo que ha vivido. Y eso me ha gustado. Creo que esta colección es la que más ha vivido de mis estanterías, la que más me ha ayudado a compartir la lectura porque, como he dicho en otro post, yo no presto libros ni suelo hablar de mis lecturas. Pero este libro y sus "hermanos" han sido testigos de discusiones, interpretaciones y especulaciones sobre el universo de Harry.
No se si a alguien más le habrá pasado lo mismo y con que libros les ha pasado. Si a alguien le interesa contarlo soy toda oidos (y ojos). Y ahora... ahora me voy a leer mi libro, una gran historia tanto dentro como fuera de las tapas.

domingo, 30 de agosto de 2015

Mi primera tarta

Siguiendo con lo de hablar de mis pasiones hoy toca la repostería, algo que intento y a veces me sale. Para empezar tengo que decir que hasta hace dos años, diciembre de 2013 para ser exactos, lo que yo había cocinado se reducía básicamente a arroz blanco, arroz con bonito, macarrones y freír patatas, y no muchas. Miento, una vez hice arroz a la cubana, con su plátano y todo, ahí es nada. ¿Y de postres? Pues después de irme a Mallorca me emperré en hacer crespells, unas galletas de allí, y las hice un par de veces, eso, un par, y no me salieron mal, pero me cansé. Esa era mi experiencia en la cocina. Pero como toda estudiante que termina su carrera, su master y se ve en mitad de una crisis sin que le cojan ni para trabajar ni en MacDonals me vi ociosa, aburrida y sin nada que hacer. Pasé de preocuparme por hacer trabajos y de tener que ir corriendo de un sitio a otro a no tener un duro (nada nuevo, como dije era estudiante) ni nada que hacer, salvo echar curriculum lo cual, aunque una experiencia enriquecedoramente nueva era también aburrido y una actividad limitada.  Y como justo coincidió con esa época en que en la tele solo aparecían programas de cocina, repostería y todo eso pues me dije: voy a hacer un postre. Y así empecé, busque en internet una receta de una tarta, la hice, gustó y seguí haciendo… hasta ahora.
Yo en la cocina
Pero no, no voy a reciclar recetas de cocina porque, a pesar de que mi primera receta fue sacada de internet yo la cambié poco a poco y la pulí. No por loca, noooo (bueno un poco que yo lo de seguir instrucciones como que no), sino por necesidad. ¿Qué necesidad? Pues básicamente que en mi casa son todos diabéticos, bueno, todos menos yo, pero después de 28 años yo también tomo lo que ellos. Así pues mis recetas de postre son con productos aptos para diabéticos, esto es, fructosa, chocolate especial, miel, sacarina…. ¿Esto que significa? Pues que las medidas siempre siempre siempre son diferentes, el sabor también lo es y, por desgracia, la apariencia final también. ¿Qué significa también? Pues que aunque no llevan azúcar no es que sean light, no, la fructosa tiene prácticamente las mismas calorías y no el mismo sabor. 
Además no tenía prácticamente nada de lo que hace falta para hacer postres (báscula, medidores, moldes decentes, batidora repostera....) algo que he intentado arreglar. No, no me he comprado una de esas fantásticas Kitchen air (más quisiera) pero me compré una de esas batidoras de dos varillas que, aunque con más trabajo y menos comodidad, hacen lo mismo. También tengo mi pesa digital (de las baratillas pero pesa igual), moldes de silicona, etc. Vamos low cost, pero de verdad que salen igual las cosas (o muy parecidas). Aun así la primera vez que me dio por hacer la tarta no tenía nada de eso y acabé con una tarta más que decente en forma y genial en sabor. Lo cierto es que antes había hecho unos brownies de caja un par de veces, pero como solo había que ponerles huevos y meterlos al horno no me parece que cuenten eso no es cocinar, es como calentar algo al microondas.
Además tengo que decir que yo siempre he sido golosa, pero golosa de chocolate. Eso de que un poste no lleve chocolate no lo entiendo, eso de que la gente diga que “sabe demasiado a chocolate” tampoco lo entiendo, ¿demasiado chocolate? Eso no existe, para mi no. Así que he estado toda mi vida comprando postres de chocolate y así empecé a cocinar. En una panadería de al lado de mi casa empezaron a llevar una tarta de esas como la de las películas, de masa con un montón de chocolate, sin bizcocho ni nada por el estilo, solo masa y chocolate, y estaba buenísima. Y no parecía difícil. Y yo estaba aburrida. Así que me dije: pues por que no… va a salirme mas barato y tampoco hay mucho donde meter la pata. Y empecé a hacerla, y hasta hoy. Es una de las tartas más sencillas del mundo, aunque he de reconocer que hay como mil maneras de hacerla. Yo busqué y busqué y me acabe quedando con esta porque es sencilla y sabe buenísima. No lleva gelatina ni nada por el estilo y se hace en unos 40 min. Así que ahí va.

     

   CHOCOTARTA PASTA QUEBRADA
Chooctarta original
Ingredientes:
Para la base:
100gr de mantequilla
250gr de harina
100gr de azúcar
1 huevo
1 yema
Una pizca de sal
Para el relleno:
2 huevos
200ml de nata
200gr de chocolate
Pasos:
Primero hacemos la base:
a)    Mezclamos azúcar con la mantequilla a temperatura ambiente
b)    Incorporamos harina y removemos hasta que tenga una textura terrosa.
c)     Añadimos el huevo y la yema, el sal y formamos una bola. Lo metemos en la nevera un mínimo de media hora, yo suelo dejarlo toda la noche. Si he de ser sincera yo la primera vez compre la masa quebrada de esas congeladas y sale bien bueno.
d)    Cuando este bien fría amasamos, lo ponemos en un molde con papel de horno o untado en mantequilla y lo pinchamos bien con un tenedor horneándolo hasta que esté dorado. Unos 15 min.
Relleno:
a)    Ponemos a hervir la nata. Puedes hacerlo en un cazo, yo antes lo hacia así pero mis cazos tienen vida propia, literalmente. Empezaban a explotar y hacían algo raro en la vitro, vamos que me quemé mil veces. Ahora la caliento en el microondas en un recipiente alto para que no salpique al burbujear, cierto que hay q ser más rápido al mezclar pero funciona igual.
b)    Cortamos el chocolate en trocitos, lo ponemos en un bol y vertemos poco a poco la nata encima del chocolate para que se derrita lentamente.
c)     Aquí yo si es para mi no añado azúcar, me gusta el chocolate amargo y con el sabor del chocolate fondant me es suficiente. Si es para mi casa añado un chorrito de sacarina liquida porque señores el chocolate sin azúcar apenas sabe a chocolate (deberían hacérselo mirar los que lo fabrican, es una gran estafa, si pueden quitarle la lactosa a la leche y que sepa igual, el gluten a todo y que sepa igual ¿por qué no hacen un chocolate sin azúcar que sepa medianamente a chocolate???). Y si es para amigos lo hago con un poco de chocolate, unos 50gr.
d)    Incorporamos uno o dos huevos batidos y seguimos batiendo, hasta que este bien ligado.
e)    Lo metemos al horno unos 20 min y listo. A comer.



domingo, 23 de agosto de 2015

Una de series

una de series

 Uno de mis mayores placeres durante años ha sido ver series. No sé porque pero siempre me han gustado más que las películas. Tal vez sea porque es más larga y puedes seguir la evolución de los personajes y de las historias. O tal vez sea porque no duran tanto como las películas. Todo el mundo puede sacar cuarenta minutos para ver un capítulo de una serie pero no siempre es tan fácil sacar dos horas para ver una película ( o dos horas y media, en serio, esa nueva moda de que las películas duren dos horas y media es mortal para mí porque normalmente tienen un montón de escenas de relleno que no soporto)  y eso claro, hablando de ver la película sin anuncios porque si no...
Pero el enganche real me vino hace unos diez años con las series en VOSE, ese fue el mayor descubrimiento de mi vida y el principio de un enganche bastante fuerte. Fue buscando capítulos de Supernatural, de la primera temporada (sí, de esa serie que va a empezar la 11º y que sigo viendo by the way). Descubrí un foro donde estaban los capítulos (imposibles de ver de otra forma) en ingles y con subtítulos, y los ví,  y descubrí un mundo que ni sabía que existía. Ahí empece a ver series que simplemente no llegaban a España (muchas aun no han llegado) o que estaban dos o tres temporadas más atrasadas, por no hablar de las que cambiaban de día sin previo aviso o nos dejaban a mitad de temporada colgados o ponían una temporada y nunca más... nada que no sepa cualquiera que haya intentado seguir alguna serie americana por la tele. Y en aquella época no había tantos canales como ahora... 
Desde entonces he visto series magnificas que nunca han llegado a España, series malas que tampoco, algunas que con el doblaje pierden, otras que preferí el doblaje al final... Historias maravillosas, malas y regulares. Y de propina he mejorado muchísimo mi inglés. Así que considero que el terrible trato que reciben las series americanas en España a mi me ha venido muy bien. 
Aun así tengo que confesar que desde hace un año ya no veo tanta serie en VOSE. ¿Porque? Pues porque aunque las series americanas tienen cosas buenas como la duración de los capítulos y la regularidad de la emisión de los mismos, tambien tienen cosas horribles como los parones. Nunca lo llevé bien y ahora es que me desespera, en especial el de Navidad. Que en mitad de una temporada te dejen semanas entre medias en blanco (cuando no un mes o dos enteros) es mortal. Las series tienen 22 capítulos por temporada (lo sé hay años que son 23 o 24 pero no es lo normal) y que lo quieran estirar de septiembre a mayo como que no. Allí les funcionará, a mi me desespera. Será que no tengo la paciencia necesaria. Si a eso le sumamos que hace tiempo que los estrenos no me convencen pues... todo junto gloria. Supongo que será una fase o tal vez no. No lo sé pero hace tiempo que decido ver las series de golpe, en verano, a no ser que sea una serie fantástica. O de cable: temporadas más cortas y sin parones generalmente.
En definitiva, soy una fan de las series. Ex adicta en realidad. Sigo con mis calendarios para saber los estrenos, sigo con mis foros para comentar, pero ya no tengo diez series a la semana por ver ni nada por el estilo. Aunque tengo que confesar que a veces sigo sintiendo lástima de que las cadenas españolas no traten mejor las series americanas con todo lo que mueven. Tal vez si lo hubieran echo mi ingles sería mucho peor pero podría haber compartido mi hobbie con mi familia. Todo tiene su lado bueno y malo supongo.

sábado, 15 de agosto de 2015

Una de libros

Empezar algo siempre es excitante. La verdad es que es realmente divertido, por eso he decidido comenzar con una de mis mayores pasiones: los libros. Bueno, en realidad las novelas, que no es lo mismo. Eso no quiere decir que siempre vaya a hablar de ellos, aunque sí muchas veces supongo, pero creo que es una buena forma de empezar. ¿Quien sabe? Igual incluso acabo acostumbrándome a esto de escribir y todo. Así que allá vamos.

Para empezar aclarar que lo que voy ha hacer es una reivindicación (aunque yo no soy de reivindicaciones y prometo que casi seguro será la única). Pero es que es algo que me molesta y mucho. Y llevo viviéndolo desde los quince años más o menos, así que estoy más que harta. No se como habrán vivido otros lectores sus pasión/hobbie. Yo personalmente lo he vivido sola. Y supongo que en parte ha sido porque he querido y en parte ha sido por la cantidad de discusiones que me ha traído, lo cual acaba cansando. Me explico. A parte de la típica frase de mi abuela de "deja de leer que te cansas al vista", lo que realmente me indigna más que enfada es la gente que cree y dice que leer novelas no es productivo. Para que se entienda, la conversación con una persona de este tipo sería algo así (porque la he vivido tantas veces que me la se de memoria):

   - Ah ¿y que tipo de libros te gusta?.
   - Pues depende del día/semana/mes y del humor que tenga. Ahora estoy leyendo más que nada novela histórica- (insertese otro tipo de género) y ya viendo su cara preguntas con miedo-. ¿Tu?
   - Ahh no, yo no. Yo leo libros buenos. Ensayos sobre todo. Alguna biografía. Ya sabes ese tipo de cosas- dicho todo ello con cierto tono.
   - Perdona no te entiendo- intentando con todas mis fuerzas no ofenderme.
   - Si bueno, ya sabes. Libros que te aportan cosas. Tambien leo clásicos, pero es que las novelas no aportan nada. Yo creo que es mejor leer poco pero de calidad que no mucho y que no sirva de nada, como las novelas.

Pues sí, esa conversación (más o menos) la he tenido tantas veces que ya cuando llego a ella directamente paso de la persona. Pero tengo que admitir que me ofende bastante. ¿Perdona? ¿Que las novelas no son buenas? No me hagas reír. Y tengo criterio para hablar. Por mi profesión he tenido que leer más ensayos, artículos, divulgación, biografías, poesía y obras de teatro las que he querido, muchas más. Y me gustan, que no se me entienda mal. Disfruto con una buena biografía, me gusta leer un ensayo de los temas que me gustan y tengo unas cuantas obras de teatro en mi librería así como libros de poesía. Son entretenidas y puede apetecer leerlas, como he mencionado todo depende del humor o día que tenga. Pero yo prefiero las novelas  hablando en términos generales. Y para ser exactos prefiero la novela histórica, fantástica y de ciencia ficción, por ese orden, es lo que me entretiene. Pero también leo del resto porque para opinar hay que conocer. Y de todas y cada una de ellas he aprendido algo. De todas. Pensar o creer que un libro no aporta nada es absurdo y propio de alguien que no es realmente lector, así de claro. Hasta de los libros malos (como cierta trilogía de las sombras por ejemplo, que como literatura  yo creo que buena no es aunque te pueda gustar más o menos la historia) aprendes algo.  Por eso que gente que se lee dos o tres libros al año, los mismos que yo la mayoría de semanas (porque nunca falla, siempre son gente que se da de intelectuales y que a la hora de la verdad nada), me mire con superioridad y se crea que por leer ese tipo de literatura es mejor lector me ataca los nervios. Porque para empezar no hay mejores ni peores lectores. Hay lectores, punto. Y toda lectura es buena aunque solo sea para ampliar vocabulario y mejorar la ortografía. Y de ahí no me saca nadie, ni siquiera el profesor de la universidad que me dijo que o leías un libro bueno o mejor no leer (eso si que fue la mayor burrada que he odio en mi vida). Y para terminar no todo el mundo tiene tiempo ni ganas de meterse a leer un ensayo sobre la masonería o el capitalismo, por ejemplo, por interesante que pueda ser. Y menos cuando sales de trabajar ocho horas diarias. Lo que quieres es desconectar y entretenerte y eso te lo da una novela del tipo y género que sea. Igual que te lo puede dar una biografía, una poesía o una obra de teatro, igual que te lo puede dar un ensayo, aunque este por norma general sea más denso que las novelas. ¿Es menos lector el que elige una novela? No. ¿Es más inteligente el que elige una obra de teatro o una biografía? Tampoco.

Eso no significa que la gente que no lee haga algo mal que conste. Cada uno hace lo que le gusta y atrae. Yo no concibo pasar un día sin leer, siempre saco tiempo para ello porque me gusta (igual que nunca tengo tiempo para hacer deporte ¿porque será? jaja), todos tenemos nuestras prioridades. Creo que los no lectores o no lectores habituales (entiéndase gente que lee un libro al año o simplemente no lee) se pierden mucho. Se pierden mundos, universos enteros, se pierden historias y personajes que te pueden marcar tanto o más que las personas reales, historias apasionantes que por mucho que intenten nunca podrán plasmar en una pantalla (lo que tampoco quiere decir que las películas de libros no sean buenas, simplemente son diferentes al libro). Y eso me da pena, mucha (como a los deportistas les dará pena que no descubra lo bien que te sientes haciendo deporte supongo). Pero los respeto. Por lo tanto que me respeten. Que nos respeten a los lectores de novelas que posiblemente leamos en un mes más que ellos en todo el año. Y sobre todo: QUE NO NOS TOQUEN LAS NARICES. He dicho (que bien se queda uno después
de desahogarse).